jueves, 2 de diciembre de 2010

DEBATE DEL MES : DICIEMBRE


UNIFORME. U-NI-FOR-ME. UNI-FORME.

Cada Centro Educativo está enmarcado en un contexto físico, con sus connotaciones culturales, sociales, socioeconómicas…
El alumnado asistente, a cada uno de ellos, proviene de este marco concreto y está impregnado de él.
Cada uno de ellos debe plantearse sus propios RETOS EDUCATIVOS, a corto y largo plazo, para lograr que cada niño/a asistente desarrolle al máximo sus capacidades: emocionales, afectivas, cognitivas, sociales… para un crecimiento pleno y la adquisición de las competencias básicas.
En la escuela pública la pluralidad, la diversidad, es una realidad que se pone de manifiesto y son elementos enriquecedores. Aunamos medidas organizativas, esfuerzos deEquipos Docentes, múltiples estrategias para dar respuesta a esta realidad. Me pregunto: ¿Para qué el uniforme? ¿CÓMO ENCAJA EN TODO ESTO LA IDEA DEL UNIFORME?
Niños/as vestidos todos iguales, uniformados todos ellos, eso si a las chiquillas que no les falte su faldita, sin una nota de color. Para la Escuela Pública del S. XXI resulta una idea totalmente inaceptable, ridícula.
U-ni-for-me, uniforme… ¿Es posible que pedagógicamente vayamos colaborando, solventando dificultades para construir una sociedad más justa, pluralista, atendiendo a la diversidad y todavía se plantee la idea del uniforme?
Somos los maestros y maestras los que cada día en nuestro Centro concreto, debatimos, analizamos y tratamos de vislumbrar un arco iris para nuestros niños/as y como postre no hay mejor idea que el bendito uniforme.


Carmen Sánchez Sánchez.
Maestra del PRIMER CICLO.
CEIP CLARA CAMPOAMOR.

4 comentarios:

  1. Rumorología del uniforme escolar.
    Como en años anteriores, planea sobre las familias de algunos Colegios de Sevilla, el rumor sobre la posibilidad de que pongan uniforme escolar a pesar de que se trate de un colegio público. Hasta ahora según el Régimen de Organización de los Centros, (ROC para los entendidos…), quedaba claro en su artículo 24, que su uso no podía ser obligatorio para todos los alumnos/as. La sorpresa viene cuando este verano “lanzan” uno nuevo, donde en el mismo artículo 24 el texto cambia y desaparece dicha frase, dejando “en el aire” la posibilidad de imponerlo en cada centro según su Reglamento de Organización y Funcionamiento, (ROF para los entendidos…). ¿A qué viene este cambio o más bien omisión? A mi modo de ver, se trata de un recorte de la libertad individual de las alumnas/os y las familias.
    No tengo dudas que pueden darse muchos argumentos a favor del uniforme escolar, pero de lo que sí estoy seguro son de las razones para oponerse a una medida como esta:
    - La imposición de un uniforme atenta seriamente contra la educación en la igualdad de sexos, ya que los diseños a los que me refiero distinguen a los niños de las niñas, (como en años que mejor no recordar…). Me opongo firmemente a vestir a mi hija con faldita, leotardos y merceditas y a mi hijo con pantalón de pinzas y zapatitos castellanos, por imposición en un centro público. Es muy difícil hablarles de igualdad de derechos entre hombres y mujeres si desde pequeños se les obliga a vestirse diferente…
    - No es cierto que las diferencias entre los niveles socioeconómicos de los alumnos/as desaparezca con el uniforme: resultan muy patentes en los múltiples complementos, (zapatos, relojes, mp4, ipod, iphone, bolis, carpetas… y en todo el “arsenal” que llevan los niños/as en la mochila). Además, en muchos casos puede resultar muy gravosa para la economía familiar añadir a todos los gastos habituales de comienzos de curso la compra de los uniformes y complementos.
    - No es cierto que desaparece el problema de “pelear” con nuestros hijos/as cada mañana para elegir la ropa, en realidad estamos dejando de hacer la tarea educativa de enseñarles a vestirse adecuadamente para cada situación. Siempre es más cómodo no tener que enseñar ni tener que aprender.
    Otros rumores sobre el uniforme en colegios públicos menos expresados en conversaciones y tertulias colectivas de “puerta del Cole”, pero si de forma más discreta, como para no ofender…, apuntan más bien a un “quiero y no puedo”, a un “aparentar” colegio privado o concertado religioso cercano y al que no han podido acceder. También apuntan a una ideología que permanece en algunos/as disfrazada de tradición y “aderezada” con un falso progresismo y que en todos los aspectos de la vida tratan de frenar los avances sociales tan difíciles de conseguir y de mantener. Esperemos que al final todo quede en eso: rumores.

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  2. Suprimir comentario de: Bormujoseduca 2.0

    Anónimo Anónimo dijo...

    Yo estoy de acuerdo con el unifome. Un uniforme con un pañuelito en la garganta. Pero TODOS con un uniforme eh¡¡¡ Que nadie se escaquee: Maestros y maestras, logopedos y logopedas, Jefas y Jefes de Servicios, monitores y monitoras, Directores y Directoras, EOES y EOAS,asesores y asesoras...
    Todos con un bonito uniforme para revestir la vacuidad de cambios que no existen, que se revisten.

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  3. El tema, traído y llevado, enterrado y por momentos resucitado, del uso de uniforme en la escuela es un asunto pintoresco.
    Personalmente no tengo dudas sobre la conveniencia del no establecimiento del mismo en un centro educativo. Es un tema que no me produce ningún sentimiento. Es algo muerto, obsoleto, fuera del mínimo debate.
    Pienso que la escuela pública debe quedar al margen del debate sobre si uniforme sí o uniforme no.
    Lo veo de una forma muy sencilla. Se empieza por establecer la uniformidad en el vestir y se termina por determinar la uniformidad de pensamiento.
    Donde todos piensan igual (y visten), poco se piensa.
    Me gustan los colores y su chisporroteante viveza. Me gustan las personas que educadamente debaten sobre distintas ideas y opiniones. Me gustan los Centros educativos donde convivan personas de distintos orígenes y estratos sociales.
    Todo este arco iris de diversidad enriquecedora está a años luz de la tibieza que aporta el uniforme.

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  4. Roberto del Castillo8 de diciembre de 2010, 21:16

    No me gustan los uniformes en las escuelas públicas,las privadas que hagan lo que les venga en gana.No hay nada más ridículo que ver a un niño uniformado en un colegio donde la inmensa mayoría no lo lleva.
    ¿Por qué voy así? pensará más de uno,desazonado.
    En fin, como decían los clásicos "flatus vocis"

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