Múltiples palabras que invocamos cada día emanaron de sonidos andaluces.
Los ayes, tocar, rasgueo, chufla, babeo o picar tienen una simiente común: el flamenco.
Para muestra, un botón con duende....
(Ver obra de Manuel López Rodríguez, El flamenco: las onomapatopeyas en su léxico. Ediciones Giralda, 1994) CEIP EL MANANTIAL
Maravilla Fernando. A veces pienso que como el flamenco siempre fue de minorías, ese es uno de los motivos para que no entre en la escuela. Y respecto al lenguaje, lo primero siempre fue lo oral y miles de años después apareció lo escrito. No lo olvidemos a la hora de enseñar.
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