martes, 27 de noviembre de 2012

DEBATE DEL MES: DICIEMBRE 2012













Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
Declaración Universal de los Derechos Humanos, Art. 25

Como cada 6 de Diciembre, en los centros de enseñanza donde forman a nuestros niños y niñas, volvemos a celebrar el día de la Constitución Española. Es en ella donde están registrados los derechos, deberes y libertades a los que están sujetos los poderes públicos y los  ciudadanos españoles y que deben ser respetados para vivir en democracia. Desgraciadamente, esta constitución (que ya de por sí ha quedado obsoleta, pero es la que tenemos) es ninguneada y violada por los poderes fácticos a la par que por los grupos políticos dominantes. Desde que fue construida, toda una serie de artículos sagrados para el bienestar y el equilibrio de nuestra democracia  ha sufrido un constante deterioro. Es el gobierno de y para los mercados que criminaliza al ciudadano.

La Constitución recoge en su artículo 35  el derecho y deber que todo ciudadano y ciudadana tiene a disfrutar de un trabajo digno y remunerado. El número actual de desempleados es de 5.778.100 personas; el 22% de la población vive en la más absoluta  pobreza y las familias dependen al cien por cien de la caridad para alimentar a sus hijos. Disfrutamos de una reforma laboral injusta, la peor de la “democracia”.

En su artículo 47 la Constitución refleja que los ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho a una vivienda digna. 400.000 familias han sido desahuciadas sin tener en cuenta que se quedaban en la calle con niños y ancianos.  Si protestan u oponen resistencia son aporreadas por las fuerzas de seguridad del estado -que no de los ciudadanos-. Cuando una familia se queda en la calle con niños, asuntos sociales interviene y los niños son arrebatados a esa familia, con  todo el sufrimiento y desarraigo familiar que ello conlleva. Cuando los ancianos son arrojados  a la calle como perros la situación es dolorosa, cruel e insostenible; nuestros mayores han luchado y trabajado mucho para conseguir lo que estamos perdiendo y nuestros políticos, que siempre han presumido de defender y valorar a la familia y a la tercera edad,  lo agradecen de este modo en los últimos días de sus vidas.

Tal y como enseñamos a nuestros niños y niñas en clase de historia, el hombre, desde época prehistórica, como cualquier otro animal, necesita un techo para dormir ¿tendremos que empezar a buscar cuevas para habitarlas con nuestros hijos y abuelos o las venderán los especuladores por un módico precio? La caza desde luego no nos va ser fácil, está reservada a las clases sociales que pueden permitirse el coste de cuatro tiros en un coto de caza. Y la recolección un tanto de lo mismo, las multas están garantizadas a quien se aventura a recolectar una cesta de setas en el campo para venderla y poder sacar cuatro pesetas para la compra diaria. Así que aquello de cazadores recolectores nos lo tendremos que quitar de la cabeza y buscar alternativas más eficaces.

El artículo 27 nos habla sobre el derecho que tienen nuestros hijos e hijas  a una educación pública gratuita y de calidad, y las mismas instituciones que nos la niegan nos instan a celebrar el día de la constitución española

El artículo 43 es el referente al derecho que todos los ciudadanos y ciudadanas tenemos a una sanidad pública y de calidad.  Pero, curiosamente, si por cualquier circunstancia, y no por voluntad propia, no puedes cotizar legalmente no tienes derecho a hacer uso de ella. La calidad con los recortes la estamos perdiendo. Las últimas noticias de privatización de los hospitales públicos ponen en cuestionamiento la durabilidad de lo público.

El derecho a la justicia, reflejado en el artículo 24, se nos niega a los pobres con la nueva imposición de tasas jurídicas ¿Quién va a defender sus derechos de esta manera? ¿quién va denunciar su  desahucio? ¿quién va a denunciar su explotación laboral?¿ quién va a denunciar que la autoridades le han quitado a sus hijos porque le niegan el derecho a tener un trabajo y un hogar? ¿quién va a denunciar que le han apaleado por defender sus derechos en una manifestación?

El derecho de opinión y de libertad de prensa es pisoteado. No podemos estar bien informados. En la tarde del sábado 24 de noviembre fue detenida una operadora de cámara   junto con cuatro personas más  por grabar imágenes de cómo se usaba la violencia por parte de la policía contra los manifestantes que  apoyaban a familias con niños que habían sido desahuciadas en una manifestación a favor de la vivienda. Fue puesta en libertad con cargos y por supuesto la mayoría de los medios informativos tergiversaron la noticia.

El derecho a manifestación y de libertad de expresión terminará desapareciendo, porque todos los que opinamos somos subversivos o antisistema ¿pero quiénes son los que están destruyendo el sistema?

Es triste y lamentable como  han ido deteriorando y desgastando nuestra democracia, cómo dañan los pilares básicos de la constitución española y, en consecuencia,  los derechos de los ciudadanos, que vivimos una situación social en continuo retroceso. Estamos ante una dictadura con derecho a voto cada cuatros años, gobernada por lobbies que hicieron su agosto en los años de nuestra malograda transición.

A todo ello tendríamos que sumar todos los robos a las arcas públicas por parte de nuestros políticos y afines (banqueros y empresarios), da igual del color y sabor que sean, así como el deterioro medioambiental y cultural. Insto a la comunidad educativa de Bormujos a una reflexión sobre la celebración del día de la constitución, porque con este deterioro democrático y con esta prostitución de nuestra carta magna quienes verdaderamente sufrirán las consecuencias serán nuestros hijos. De esta reflexión a mí me han surgido preguntas:

- ¿Hay que celebrar algo?
- ¿Hacemos una jornada de luto y reflexión?
- ¿Hay que celebrar la constitución o como medida de presión nos negamos como centro a celebrarla avisando previamente  a las Instituciones?
- ¿Sería desobediencia civil? ¿En este caso estaría justificada la desobediencia civil?
- ¿La celebramos explicando a los alumnos, en la medida de la capacidad de cada grupo, la situación de desamparo en la que nos encontramos?
- ¿Seguimos celebrándola como todos los años porque en realidad ningún año se ha cumplido la constitución y no nos hemos planteado nada sobre su celebración?
- ¿La celebramos porque no debemos implicar a los niños aunque éstos sean los perjudicados por este uso corrupto de la constitución?
Aquí os dejo mis preguntas para que reflexionéis y feliz día de la constitución burlada.


Helena González
Madre  subversiva Padre Manjón y Juan Ciudad Duarte

Nota de los coordinadores: Debido a la temática del artículo hemos visto conveniente adelantar la publicación del mismo en estos últimos días de noviembre.

9 comentarios:

  1. En primer lugar, quisiera decir que cuando leí este post imaginaba que muchas, o al menos algunas, personas se sentirían movidas a comentarlo. Siento haberme equivocado.

    Responderé a tu pregunta Helena: SÍ, hay que celebrar el Día de la Constitución en los centros educativos.
    Porque si no lo celebramos el poder imperante habrá vencido, pensarán que ya no nos quedan ni fuerzas ni ganas para defender una ley, que aunque calificas de obsoleta, tiene mayor vigencia que nunca.
    Porque podemos aprovechar esta celebración para abundar en el pensamiento crítico del alumnado de nuestros centros. Ayudarnos a ver qué situación estamos viviendo y trabajar junto a ellos y a sus familias propuestas y actuaciones concretas para intentar darle la vuelta a esta situación.
    Si realmente no tenemos miedo y si disponemos del coraje necesario para abordar un movimiento de desobediencia civil, el silencio y la pasividad no pueden constituirse como estrategias de actuación.
    Por eso propongo celebrarla y promover propuestas concretas de actuación en defensa de los principios básicos constitucionales que, actualmente, corren verdadero peligro.
    En mi clase de tercero de Primaria he pensado trabajar, por ejemplo, el artículo 47. Y nuestro debate intentaremos hacerlo llegar a toda la comunidad escolar, al pueblo, a las autoridades y a los líders políticos locales y los directores de las entidades bancarias del pueblo, a las asociaciones,... provocar ese debate en nuestro entorno como medio de concienciación y reflexión colectiva.
    Y para terminar darte las gracias, Helena. Gracias por tu post.

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    1. Hola Pepe:
      Muchas gracias por tu comentario.Tu idea sobre cómo celebrar el día de la constitución me parece muy buena, crítica y constructiva. Vais a hacer llegar vuestras opiniones a instituciones y entidades locales que seguro han ayudado con su granito de arena al empeoramiento de la situación que sufrimos(pocos se salvan) y al mismo tiempo damos pie a la reflexión del alumnado; no queda, así, en un mero izado de bandera con el correspondiente himno que lo único que sirve es para aleccionar al individuo.
      Sí que es verdad que este tema podría haber abierto un gran debate,era lo que se pretendía,pero es un tema escabroso y en nuestra denominada democracia nos han enseñado a evitar hablar de él y hacer comentarios críticos. Si lo haces eres antidemocrático o de extrema izquierda, radical y mal ciudadano español, asi es que mejor lo evitamos.
      Esto nos hace pensar que algo hemos estado haciendo mal durante todos estos años que llevamos de democracía donde la sociedad y la escuela, que pertenece a ella, nos ha aleccionado y sigue aleccionando lo suficiente como para que evitemos pronunciamientos sobre ciertos temas tabúes de la democracia.

      Saludos y suerte con tu propuestas ¿podrias mantenernos informado de la reacción que ocasiona vuestro trabajo en la localidad.?

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  2. La escuela debe ser un centro de cultura. Y toda cultura parte de un análisis crítico de la realidad. Todo ello quiere decir que todas las actividades de la escuela, empezando por la propia enseñanza, debe estar caracterizada por esa actitud critica. Mucho se hace en la escuela con un pretendido carácter neutral, que es ideología disfrazada. Valga todo esto como introducción a que siempre las celebraciones deberían ser críticas y mucho más la de la Constitución y mucho más en los tiempos que corren en los que muchos de los derechos que proclama se encuentran en peligro de extinción. No se trata de no celebrarla, como algunos han podido entender con esa actitud prudente que algunos de la generación de la transición y el consenso siempre tienen, sino de hacerlo usando los derechos de expresión que nos reconoce la misma Constitución para defenderla.
    El texto del debate ha tenido repercusión en Facebook, en los centros e incluso en los propios Consejos Escolares. Lo preocupante es que ese debate no se exprese y haga público en este mismo blog o por otros medios. Nos falta precisamente profundizar y desarrollar la Constitución, esa sería su auténtica celebración.

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  3. Enhorabuena Helen por tu escrito. A veces no basta decir que todos pensamos lo mismo y que nos une el hartazgo si realmente no hay voces que se atreven a decirlo públicamente.
    Tú te has atrevido: alto y claro.

    Muy de acuerdo con la propuesta de Pepe Lozano y que invito a que sea recogida por todos los centros y/o docentes que lo tengan a bien.

    La escuela no es sólo enseñar contenidos, sino utilizar esos contenidos para mostrar la realidad más próxima al alumnado. Esa es una (entre otras muchas) de las esencias del aprendizaje significativo y del trabajo por proyectos que se desarrolla habitualmente en Infantil.

    ¿Cómo enseñar el artículo 47 ignorando la realidad más próxima? ¿Cómo hablar del derecho constitucional a la educación en un centro de Primaria donde 29 alumnos se hacinan en sus aulas? ¿Se puede obviar eso? ¿Enseñamos lo magnánimo de nuestra “Carta Magna” pasando de puntillas por el pisoteo que sufre cada día? ¿Recitamos los artículos como una letanía y les encargamos a nuestros alumnos bonitos dípticos que ilustren el derecho a la vivienda digna mientras algunos sus padres o familiares del pueblo son desahuciados? La respuesta es no.

    Y un aviso a navegantes, las cosas no son blancas o negras. La realidad tiene matices grisáceos. Así que no nos engañen con falsos dilemas. Por tanto, rechazar ser docentes beodos o apacentados no es adoctrinar. La Constitución es un trofeo bonito que cabe en las aulas, por supuesto, pero siempre que el alumnado perciba o nos pregunte por su aroma habrá que decir la verdad, que no huele a nardos ni incienso, que despide un tufillo anacrónico a naftalina y humedad recalcitrante.

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  4. Entiendo que abordar el trabajo sobre la Constitución es totalmente necesario y, sobre todo, es fundamental que se haga bajo la perspectiva que mis compañeros exponen más arriba.
    Hacerlo de un modo crítico y reflexivo creo que es el matiz al que hemos de acercarnos. Reflexionar con nuestros chicos y chicas lo que en ese documento se pone y cuál es la situación actual.
    Si bien todos vivimos en la misma sociedad no todos somos iguales y el alumnado debe percibir nítidamente que la razón y la legalidad están en el respeto a esa norma. Si hay una serie de políticos, sectores del gran capital, mercados, etc que están ninguneando la letra y el espíritu de la carta magna, nosotros hemos de situarnos frente a ellos estando al lado de la ley.
    Es cierto que no hay, quizás, mucho que celebrar. Pero celebrar que nosotros somos diferentes y estamos con el pueblo y del lado de la razón para mí es gratificante.

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    1. Quizás el problema está en tratarlo como una actividad puntual, aislada, sin seguimiento de ningún tipo como tantos otros días de "obligada" celebración. Recuerdo siempre que cuando se "celebra" el Día de la Paz y no violencia le comento a mis alumnos "Ea, hoy no, pero mañana os podéis dar de guantazos los que queráis". Si somos conscientes de lo que queremos debemos integrar por completo el sentido que debe de tener nuestra Constitución, al igual que otros aprendizajes, en nuestras actividades diarias. Independientemente de lo que hagamos el día 5 pienso trabajar, siguiendo la línea de Pepe Lozano, con mis alumnos todos esos temas y que realmente les sirva y repercuta en ellos y su entorno más inmediato. Ya lo contaré en el blog, por si a alguien le sirve. Muchas gracias Helen

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    2. Leyendo los comentarios, me gustaría subrayar que gran parte de la interpelación del texto de Helen, ella puede matizarlo si lo desea, iba dirigida a los centros como colectivos que adoptan decisiones y se comprometen. Es decir, la respuesta no puede quedarse en el terreno individual o aula de cada uno (lo cual está muy bien y nos encantaría conocer esas experiencias)sino que lo importante ( y a ello iban dirigidas sus propuestas)es la RESPUESTA PÚBLICA Y COLECTIVA DEL CENTRO porque ese silencio comienza a ser excesivamente sonoro.

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  5. Pedro tiene razón.Esa es la idea

    Saludos

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  6. Pedro tiene razón.Esa es la idea

    Saludos

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