lunes, 12 de marzo de 2012

DEBATE DEL MES: MARZO 2012













...¿accedes a esta sección en busca de reflexiones o argumentos que se posicionen a un lado u a otro y que en su apertura de ideas, se enriquezca la educación que recibirán tus hijos o tus nietos?... Entonces, compartiré con vosotros, las reflexiones de un compañero y amigo, que merece  total garantía profesional, y  que gestiona dos Centros Educativos en  auge en Huelva, siendo Presidente en Huelva Enseñanza S. Coop. And., y vocal de la Junta Directiva de CONCEE ( confederación de Centros Educativos de ámbito estatal).

Manolo,  expone  libremente algunas cuestiones actuales como:

"LAS REFORMAS QUE EL SISTEMA EDUCATIVO PRECISA
En estas últimas semanas hemos conocido en España las propuestas del gobierno en materia de reforma educativa. A las pocas semanas de la incorporación del nuevo gobierno a sus funciones, asistimos al ritual ya tradicional de: argumentar públicamente que la Educación, con mayúsculas, es una de las prioridades del programa; presentar la serie de ideas y medidas que se estiman necesarias; y, finalmente, ponerlas en marcha para que poco o casi nada cambien luego en las grandes y negativas cifras que indican los malos resultados de nuestro sistema, sea cual sea el color del gobierno que los obtiene, los presenta y que los sufre.
Los datos, de los que podemos partir para realizar nuestra reflexión, pueden ser los que nos ofrecía el propio ministro en su comparecencia parlamentaria de finales de enero. Según sus informes, un 26% de los jóvenes no concluye la escolarización obligatoria y un 28,4% de los que obtiene el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria no prosigue estudios. Si queremos atender a los datos que nos proporciona el estudio PISA de 2009,  España ocupa el puesto 26 de los 34 estados miembros de la OCDE y sii queremos compararnos, en términos de excelencia, solo el 3 por ciento de nuestros alumnos obtiene resultados sobresalientes en PISA, frente al 8 por ciento, que es la media de la OCDE.
No quiero abundar más en datos que ya nos suenan, pues, lo que sí compartimos todos es el retrato de fondo. Tras muchos años de esfuerzo aumentando el volumen de los medios destinados a Educación, nuestro sistema ha logrado cifras sorprendentes y por los que debemos felicitarnos en aspectos cuantificables y objetivos: gasto en educación, tasa de escolarización, ratio profesor  alumno, número de centros educativos, extensión de la educación obligatoria a edades más elevadas.
Ahora, el ministro del ramo usa su turno para hacer lo que al momento de su turno le corresponde y literalmente nos anuncia, como han venido haciendo sus antecesores,  cada uno a su modo, que la Educación “es una prioridad absoluta de nuestro Ejecutivo”.
En este marco, presenta este ejecutivo sus ideas acerca de hacia donde debe evolucionar nuestro sistema educativo en los años venideros. Renuncio también a explicar las ideas básicas que el ministro ha explicado a los representantes del pueblo y a través de ellos a todos nosotros. Doy así por sabidas sus propuestas acerca de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, para la Reforma de la Educación Secundaria, la Formación Profesional o el Bachillerato, así como sus apuestas en materia de Educación Universitaria. Voy, más bien a señalar desde mi humilde punto de vista personal las reformas que yo entiendo que deberíamos afrontar todos.
Imagen de Flickrcc por juantiagues

PACTO DOBLE POR LA EDUCACIÓN
Y es esta la primera de las claves en las que voy a diferenciarme de las iniciativas del actual planteamiento de nuestro gobierno. Pienso que lo primero que debería abordarse es un Pacto Doble de carácter estratégico por la Educación: un pacto político y un pacto social.
Por una parte, las fuerzas políticas con representación parlamentaría deberían poner una mesa para sentarse alrededor de ella, con la voluntad de alcanzar un acuerdo en la configuración de las líneas básicas que debían regir la evolución de nuestro sistema educativo.
Así mismo, puesto que la Educación trasciende el ámbito político, deberían los partidos acordar como primero de los puntos de consenso, el crear un foro  en el que estuviesen representadas las organizaciones sociales presentes en la Comunidad Educativa y así componer otra mesa de trabajo con el mismo propósito: establecer unas líneas consensuadas que definan el desarrollo que debe orientar el desarrollo futuro. Si se quiere, estas dos mesas deberían definir un plan estratégico con el que se comprometiese toda la sociedad, incluidos los representantes políticos.

Después de esto no queda mucho más que decir, puesto que, de lo salido de esas mesas es de donde se debería beber para inspirar el resto de actuaciones. No obstante me gustaría aventurar cuales serían las propuestas que defendería personalmente en una de esas mesas, si tuviera el honor de poder aportar algo a alguna de ellas.

Creo que lo que no debe faltar es algo similar a estas ideas generales:
Cuidado especial por la figura del docente como profesional de la Educación. En este aspecto debemos incluir una delicada apuesta por la mejora de su formación inicial y continuada, así como un delicado diseño de la que va a ser su carrera profesional a lo largo de su vida laboral.
Me explico, …creo que la formación inicial del profesorado precisa de una atención más personalizada, así que sería necesario reducir el número de estudiantes de esta disciplina. Nuestro Estado debería apostar por seleccionar para formarse en esta materia, a personas realmente vocacionadas y decididas a entregar su vida profesional al magisterio.  Así pues, deberíamos exigir que la nota media de los alumnos que finalmente optasen a las plazas ofertadas, fuera alta. Esta media ha de ser necesariamente  complementaria de otra en la que se recortase en número de plazas disponibles para esta formación, adecuando la oferta en universidades, a la demanda real que nuestro Sistema Educativo demandase. Como consecuencia inesperada, así mismo, nos encontraríamos que se vería reducido casi al cero, el número de educadores que no se dedican a esta labor profesional. El magisterio sería una profesión en la que no existiría desempleo de los titulados.  
Puesto que sigo estimando que la formación en niveles de educación secundaria ha de  continuar en manos de titulados universitarios especializados (licenciados, técnicos superiores, graduados, o similares), los que decidieran dedicarse a educar deberían encontrar que los currículums que  tienen que superar estarían compuestos de muchos más contenidos, de las disciplinas pedagógicas, psicológicas y didácticas. Así tendríamos especialistas que comprenden las necesidades metodológicas que la función docente exige al profesional. Y todo ello, además, debería llevarse a cabo sin menoscabar en la formación de estos especialistas una apuesta importante por la realización del suficiente  número de horas de prácticas de la profesión para la cual se forma.
Pero si importante es la formación inicial de los maestros o profesores destinados a la parte obligatoria del Sistema Educativo, no lo es menos la formación continuada, debido a que, en la actualidad, disponemos de unos equipos docentes que teóricamente carecen de esta decidida entrega a su formación inicial y esta situación de desventaja es preciso compensarla. Así pues, la formación continuada de los docentes actualmente en ejercicio debe preocupar y a ello hay que destinar cuantos recursos e ideas podamos recabar para proporcionar una formación seria y de calidad.
En nuestro sistema no se ha estructurado racionalmente el diseño de la carrera profesional de nuestros docentes, así que nos encontramos con un numeroso cuerpo de maestros y profesores que más allá de entrar en el sistema y permanecer en él, no encuentran ni alicientes ni motivación para implicarse y, finalmente sentirse realizados.
Veamos: una vez que has finalizados tus estudios iniciales y has decidido dedicar tu vida laboral a la función docente, encuentras trabajo en esta profesión si apruebas una oposición o si consigues ser contratado por el sector privado. En el caso de los empleados públicos, la gestión de las oposiciones está en manos de las Comunidades Autónomas y supone en muchos casos, que los candidatos que aprueban pasan por un proceso previo de itinerancia por diversos centros, colegio o institutos, hasta lograr el destino definitivo. No tengo datos acerca de la extensión de este período, ni de su dinámica geográfica, pero me temo que el proceso acaba provocando la aparición de destinos deseados y copados en diferente grado. Al igual que en los modelos desarrollados por algunos de los países de la OCDE, propongo que se cuestione el sistema de oposiciones y se estudie la posibilidad de poner en manos de una administración más cercana la selección de los profesionales; por ejemplo, de la administración municipal. Esta propuesta pretende romper con la itinerancia inicial del funcionario reciente, así como de los desajustes que se producen en el sistema actual y que ha acabado con la creación de una bolsa de personas en situación de interinidad que, por tanto, viven su carrera profesional como una propuesta, aún no segura y esto, genera inseguridad para afrontar los retos del día a día en el centro educativo.
No acaban aquí mis ideas para enriquecer y hacer más atractiva la carrera profesional a los educadores. Una vez dentro del sistema, el profesional debe ver que, a medida que va adquiriendo experiencia, su compensación económica o laboral debe ir acrecentándose igualmente; acrecentándose y, como digo, enriqueciéndose. Así pues, se podría ofrecer al docente, formación muy especializada, implicación en el diseño de proyectos de investigación, de innovación, de formación para futuros educadores, realización de estancias de formación en entornos alternativos y atractivos desde el punto de vista personal. Y no debemos olvidar que en la misma medida en que la experiencia y la madurez de los profesionales avanzase, así como la edad cronológica, se debería atender a las limitaciones que la edad impone, planificando también una racional entrega a la profesión en función de la situación personal real del educador.
Creo que si fuésemos capaces de poner en prácticas estas complejas medidas, partiendo de un consenso social para ello, estaríamos en disposición de mejorar las cifras indicadoras de la calidad de los resultado de nuestro sistema educativo.
Es difícil y probablemente esto que aquí dejo escrito sea tan solo una visión parcial de la situación, pero creo que estratégicamente he abordado lo necesario para una mejora cuantitativa y cualitativa altamente significativa. Ahora, me expongo al debate, a la crítica, a las aportaciones que espero suscitar más allá y más acá de la polémica y la indolencia.

Manuel Jesús Padilla Ruiz."

Artículo aportado por
Abigail F. Rodrigo Serrano
Coordinadora del blog padres/madres
CEIP El Manantial

4 comentarios:

  1. Bueno, interesante reflexión que, a mi gusto, empieza con un diagnóstico acertado y llega a una propuesta que sería caótica y poco operativa. En mi opinión y por experiencia propia es evidente las carencias de enseñanza pedagógica que nuestros universitarios tienen; sin ir más lejos, el que suscribe este comentario es Licenciado en Matemáticas y tengo dos años de experiencia docente en institutos privados concertados sin conocimiento pedagógico alguno, salvando el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica), que se obtenía en mi época con un "cursito" de un mes y leyendo un librito. Es evidente, en mi opinión, que se necesita una mayor especialización y formación pedagógica; no necesito sólo saber Matemáticas, necesito saber enseñar Matemáticas.
    Por otro lado creo que el problema de los bajos resultados en el estudio PISA de los alumnos españoles y, en particular, de los andaluces, refleja la poca importancia que a nivel de FAMILIA se le da a la formación, quizás debida al deficit educativo histórico que nuestra sociedad arrastra. La educación ("Crianza, enseñanza y doctrina") compete FUNDAMENTALMENTE al entorno FAMILIAR y cuanto mayor sea el nivel de implicación de la familia en la educación del niño, mejores resultados tendrá tanto a nivel calificativo, como de crecimiento personal. Los padres/madres no debemos escurrir el bulto y traspasar las "competencias" a los gobiernos de turno, más bien deberíamos asumirlas, por el bien de nuestros hijos; pero claro es que esto requiere esfuerzo, tiempo, dedicación....

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    1. Agradezco tu comentario y me gustaría que tuvieses en cuenta que pretendo ser operativo y proponer alternativas factibles. Permíteme que te interrogue yo a ti acerca de tu idea de que el resultado de mis propuestas sea caótico.
      Coincido contigo en que la preocupación de las familias por el nivel educativo de sus hijos debe ser mayor. Este es otra de las áreas de mejora que debe considerar nuestro sistema educativo para conseguir resultados mejores y así satisfacer a la sociedad para que se trabaja.
      Manuel Jesús Padilla

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  2. Algunas dudas en forma de preguntas:
    - ¿Cómo se consigue un pacto social?
    - ¿El peligro de un pacto político podría ser que la educación saliese del debate social y la preocupación ciudadana porque para los dos grandes partidos el tema estaría zanjado?
    - De verdad, ¿Cambia tanto la escuela según el partido de gobierno?
    - Reconociendo la importancia de la formación inicial de los docentes, ¿Se puede hablar de una relación causa-efecto entre formación y practicas de aula?

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    1. A la primera pregunta, Pedro E., no tengo una respuesta concreta, solo ideas generales. Conseguir que las entidades representativas de los distintos sectores que constituyen la comunidad educativa debe ser producto de una toma de conciencia. Esta toma de conciencia debe ser movilizada por distintos agentes sociales como profesores, sus redes y las asociaciones que los representan; los blogs y los blogueros, los sindicatos, los íntelectuales, las asociaciones de madres y padres; por qué no los Consejos Escolares de las autonomías o el del Estado. No se como hacer todo este movimiento, pero lo que si tengo claro es que la Educación es fruto de los intereses de toda una tribu y, no solo de sus hechiceros.
      El peligro es que la Educación sea considerada tan solo una cuestión política y creo que, en parte, eso es lo que se consigue cuando uno de los partidos políticos mayoritarios accede al poder en una autonomía o en el gobierno y declara públicamente que la Educación es una de las prioridades de su programa político. En definitiva la formula empleada es: "No se preocupen, que ya nosotros vamos a hacer de la Educación cuestión fundamental".
      En el fondo la Educación, tras las modificaciones aportadas por la LOGSE, no son lo suficientemente interesantes como para que puedan salir adelante reformas de peso. El peligro es precisamente que el sistema educativo no cambia y no se adapta a responder a las necesidades de la sociedad en la que vivimos.
      Creo que además de la formación inicial del profesorado apuesto también por dos conceptos básicos igualmente significativos. la selección y la preocupación del sistema por la figura del profesor o educador. Cierto es que la relación entre formación inicial y prácticas en aula resulta menos significa si tan solo se atiende a estos dos factores. Por eso no debemos despreciar el resto de variables que deseamos promover para que el educador se sienta realmente respaldado por todo un sistema para hacer su labor profesional con la mayor eficacia.

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