jueves, 25 de abril de 2013

DEBATE DEL MES: ABRIL 2013

                                                                                       
 En Secundaria hay cuatro actores principales:

- El alumnado y su entorno familiar.
- El profesorado: docentes y equipos directivos.
- La legislación educativa.
- Los recursos asignados a la educación.

Para centrar el tema, en este debate vamos a lanzar algunas preguntas sobre el segundo: el profesorado. 
1. El profesorado debe abordar en su trabajo diario tareas que requieren formación muy variada: deben ser especialistas de su materia, tener formación pedagógica adecuada, saber gestionar conflictos dentro del aula, trabajar en grupo con el resto de compañeros, dominar las TIC... Pero las pruebas para seleccionar a profesionales que pasen a ser profesores de secundaria nada tienen que ver con estas demandas. ¿Para cuándo un sistema de acceso al cuerpo de profesores de secundaria que sea capaz de seleccionar a personas realmente capacitadas y con competencias para trabajar diariamente en un aula llena de adolescentes? ¿Cómo conseguirlo? ¿Cambiando el tipo de pruebas? ¿Aumentando el tiempo y el tipo de prácticas tras superar el concurso oposición? ¿Modificando los méritos exigidos? ¿Cambiando el máster de preparación (antiguo CAP)?

2. ¿Para cuando una carrera docente? Los docentes no tienen evolución, más allá que la espera pasiva de ver pasar trienios y sexenios, o la que cada profesor personalmente se quiera buscar asumiendo responsabilidades. ¿Sería interesante crear una carrera docente y un reconocimiento explícito a los que quieren mejorar? ¿Podríamos distinguir entre tipos de profesores según algún tipo de evaluación interna y/o externa? ¿Eso sería bueno? ¿Debería ir asociado complementos económicos distintos? ¿La Administración y la Sociedad debe tratar a todos los profesores igual: a los que se reciclan, asumen responsabilidades y trabajan en equipo que a los que se niegan a colaborar o a reciclarse?

3. Ahora mismo los equipos directivos están formados por docentes que durante un tiempo determinado ostentan algún cargo: ¿Eso es bueno?, ¿sería más interesantes crear un cuerpo de directores o de equipos directivos con formación específica que gestionasen los centros educativos y que se centraran en su gestión económica, de los trabajadores, de abanderar y crear liderazgos o resolver conflictos? ¿O es bueno porque da independencia y profesionaliza la gestión? ¿Es malo porque lo aleja de la vida diaria del profesorado y de la vivencia dentro del aula? ¿Sería bueno que apareciese una jerarquía mucho más explícita en el organigrama de los centros al pertenecer a cuerpos profesionales distintos: gestores y profesores?

Estos son tres cuestiones sensibles dentro de la Comunidad Educativa. El llegar a un consenso sobre las mismas es difícil, pero todos tenemos nuestra opinión sobre el tema. Este es un buen foro para compartirla y conocer la de los demás.

Beatriz Lazo León
Profesora en el IES Juan Ciudad Duarte

3 comentarios:

  1. Queda claro que una titulación académica y que sepas mucho de una materia no te garantiza que seas un buen docente. La formación inicial de un licenciado tiene unas carencia a niveles didácticos y pedagógicos muy importantes. Y eso luego lo padece tanto el profesor como los alumnos. De acuerdo en que la nula posibilidad de progresar en la carrera profesional puede llegar a desmotivar al docente. Pero creo que no se ha nombrado un factor fundamental en la figura del profesor de Secundaria: la VOCACIÓN. Ese término que algunos no consideran importante, me parece fundamental. Es el motor que lleva a la mejora constante, a creer en el verdadero sentido de la educación, lo que hace que siempre intentes ser el mejor profesional posible, lo que te motiva a formarte continuamente, lo que te lleva a superar las dificultades de una realidad complicada en las aulas...
    Y el problema de la función docente de secundaria es que se tome este trabajo como una mera salida profesional más, sin tener en cuenta si estás preparado o si simplemente estás vocacionado para tal labor. Sin vocación, un profesor es complicado que sea feliz haciendo su trabajo, y eso sus alumnos lo notan.

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  2. De forma breve y precisa, el texto da en la llaga de problemas fundamentales de la ESO,aunque no los únicos. Lo peor de todo es que ni lo que hay ni lo que se avecina, ni unos ni otros, nos permite tener la más mínima esperanza de que vayan a acometerse

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  3. Absoluntamente de acuerdo con Alejandro. La vocación es el motor fundamental del docente, pero eso no está reñido con una alta valoración de su actividad, tanto económica como formativa, desde sus comienzos en esta profesión. Si se valorara en su medida la función del docente (en todos los niveles educativos), su influencia en el desarrollo de la persona, del profesional del futuro y del ciudadano responsable, no se tendría más remedio que invertir en formación continua y de calidad, específica para cada nivel, que redundara además en la carrera profesional del profesorado. La oferta formativa suele ser de poca calidad, el docente se paga los desplazamientos y, si tiene familia, sacrifica horas y dinero, ya que en algunos casos los niños pequeños deben quedarse con alguien que los cuide (y luego hablamos de conciliación, de que los padres deberían pasar más tiempo de calidad con sus hijos...). La sociedad que no forma parte directa de la comunidad educativa no tiene noticia de estos esfuerzos y, para colmo de males, los cursos de formación a veces son inútiles e infumables. Si a eso le sumamos los problemas derivados del sector padres, alumnado y político...hace falta mucha vocación para seguir en esto.
    Menchu Merchán, IES Los Álamos

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