Las
mujeres han empezado a ser visibles, dicen, en los últimos tiempos; pero han
estado ahí siempre. Prueba evidente de ello son los cuentos que de pequeños nos
han contado a todos. Madres, abuelas, ...incluso tías han sido, de manera
natural, las primeras que nos han ido introduciendo en el mundo mágico de la
ficción.
Nuestros
alumnos de 1º de ESO han hecho posible traerlo a la memoria elaborando,
fundamentalmente junto a sus madres, historias muy emotivas de palabras e
ilustraciones. Podemos leer, recrearnos y emocionarnos con cuentos infantiles
narrados al pie de la cama. Las madres nos han mostrado sus recuerdos de esos
momentos entrañables en los que no solo se contaban historias sino que suponían un
acercamiento muy especial a sus hijos.
Con La Cenicienta, Los
tres cerditos, Las siete cabritillas, El Libro se la selva,…nos
han transmitido esas sensaciones que representaban para ellas esos instantes,
esas respuestas infantiles, esas miradas cómplices.
Los
que hemos leído y releído los trabajos traídos por nuestros alumnos nos hemos
emocionado tanto que nos han transportado a nuestras propias experiencias
personales.
Junto
a las biografías encadenadas, puestas en marcha ya el curso pasado desde el
Departamento de Coeducación, esta iniciativa quiere ser un homenaje en el Día
de la Mujer a todas las mujeres que nos han ido formando como personas.
Aunque,
evidentemente, no podemos olvidarnos de los hombres. No existiría coeducación
sin el otro elemento del binomio. También ellos nos contaron cuentos y nos
iniciaron en el camino de la vida. Es justo recordarlo.
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